Históricamente, el pueblo evangélico chileno mostró un crecimiento con tendencia al alza constante, década tras década, al menos esos eran los resultados oficiales de los censos y algunos sondeos de opinión. Recuerdo bien cuando los expertos, por allá por los años noventa, estimaban que en las segunda década del siglo XXI Chile tendría un tercio de habitantes profesando la religión evangélica, lo que era consistente con la profecía siempre recurrida que "Chile sería para Cristo". Personalmente creía en esta proyección, sobre todo considerando la evolución siempre al alza de la proporción de cristianos en el país.
Ahora estamos en ese futuro proyectado en los años noventa y podemos contrastar el pronóstico con la realidad. Tristemente -hay que decirlo- no es cierto que los cristianos sean igual a un tercio de los chilenos, de hecho, me atrevería a decir que en vez de ir creciendo, los evangélicos en Chile han ido disminuyendo desde ese entonces. Sólo a modo descriptivo, a diferencia de lo que sucedía años atrás, actualmente no es posible reconocer visualmente a un cristiano evangélico que asiste a la iglesia; la vestimenta no es distintiva y la Biblia ha sido reemplazada por un teléfono celular (es algo entendible, pesa mucho).
Más allá de los cambios en las formas, hay un hecho de fondo que exige una explicación ¿Por qué se ha revertido la tendencia al alza en el número de evangélicos? ¿Será un fenómeno que afecta a todas las religiones por igual? Intentaré 3 hipótesis internas para intentar explicar esto.
Hipótesis 1. Con incomodidades y padecimientos, además de esfuerzo y fidelidad, se proclama el mensaje de Cristo crucificado pagando la sentencia del pecado de su pueblo, demandando arrepentimiento y fe en los hombres. Los cristianos son fieles a este mensaje original, pero parecen "ciegos" a las nuevas circunstancias.
Hipótesis 2. El evangelio bíblico necesita una actualización, por lo que ha sido paulatinamente edulcorado. Si bien los evangélicos mantienen la cruz de Cristo dentro de los temas importantes, se han agregado otras temáticas más actuales, las que le darían una nueva "razón de ser" a la iglesia. En este caso tendríamos evangélicos que mantienen cierta fidelidad al mensaje original, pero al mismo tiempo están conscientes que la cruz de Cristo no es suficiente para captar la atención del hombre contemporáneo.
Hipótesis 3. Los evangélicos creen que el evangelio es un mensaje obsoleto, anacrónico, sin capacidad de interpretar al hombre actual ni dar respuesta a los nuevos problemas que surgen, los que serían muy distintos a los de hace 2000 años. Ahora predominaría un discurso de crecimiento personal, habilidades psico sociales y éxito en todas las dimensiones de la vida (no sólo en la financiera, ya que el evangelio de la prosperidad está demasiado desprestigiado).
El contraste con la realidad
Creo que estas 3 hipótesis son reales en el evangelismo chileno. Me aventuraré en asignar los porcentajes en que estás 3 formas de "cristianismo" conviven en nuestro país. En un acto de imaginación sociológica estimaré las siguientes cifras:
a) cristianismo de hipótesis 1: 5%
b) cristianismo de hipótesis 2: 15%
c) cristianismo de hipótesis 3: 80%
Por lo tanto, la respuesta a la pregunta de por qué el cristianismo evangélico está en descenso está en el predominio de la hipótesis 3. Es triste decirlo, pero creo que la mayoría de los denominados "líderes evangélicos" tienen la convicción que el mensaje bíblico original no está a la altura de los tiempos, no entrega las respuestas adecuadas a los problemas contemporáneos y no capta la atención de las personas. En otras palabras, los evangélicos dejaron de ser evangélicos.
1º Corintios 2:1-2
"Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a este crucificado... "