Parte I. Saludos a los destinatarios.
"Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia" (v.1)
- Contexto general: persecución y padecimientos por causa del evangelio.
- Propósito: animar a los hermanos y resistir en la fe.
El apóstol Pedro le escribe a los cristianos dispersos por Asia Menor, la actual Turquía. Escribe esta carta cerca del final de sus días, probablemente antes de la muerte del apóstol Pablo (a.C. 64). Hay consenso, debido a su referencia a "Babilonia", en que Pedro escribió esta carta desde Roma (1º Pe 5:13).
La expresión "expatriados" o "extranjeros" hace referencia a la vida regenerada del creyente, la que contrasta y muchas veces contradice los patrones tradicionales de conducta de la gente (1º Pe 2:11-12). Si la carta fue escrita en el año 64 o posteriormente, la dispersión mencionada estaría relacionada con la falsa inculpación que hizo Nerón a los cristianos por el incendio de Roma. En caso contrario, la dispersión y persecución mencionadas son motivadas por la actitud hostil desarrollada por romanos y griegos contra los creyentes, los que se negaron a asimilar el trasfondo pecaminoso de la cultura de la época.
- ¿El contexto histórico de 1º de Pedro es similar a nuestros tiempos? ¿Estamos actualmente experimentando persecución?
- Diagnóstico: avance de persecución política, disminución de persecución social.
"elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas". (v.2)
Este verso sintetiza la obra de salvación y nos revela la bendición espiritual que recibimos por la gracia de Dios. Esto es sencillamente la esencia de la fe cristiana.
- Se establece claramente el rol de la trinidad obrando en nuestro favor.
Si bien es lo más trascendente de la historia eterna, parece no ser realmente relevante para nuestro día a día. Se trata de temas intangibles difíciles de asimilar en el "aquí y ahora" en que vivimos. Somos seres finitos, nuestra naturaleza es buscar la satisfacción inmediata. Lo futuro nos parece lejano (ejemplo del sistema de pensiones).
- La gracia de Dios (obra según su voluntad, es externa a nosotros, nada en nosotros la pudo haber generado), "según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad" (Efesios 1:4-5)
- Recapitulación: Rol de la Trinidad de Dios obrando en nuestro favor.
Parte II. Bendiciones espirituales: Dios nos ha hecho nacer de nuevo
"Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos" (v.3)
- La misericordia como atributo de Dios aplicada al creyente, "Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca" (Rm 9:15). Dios tiene misericordia temporal del inconverso, pero sólo del cristiano tiene misericordia eterna.
- El nuevo nacimiento, obra sobrenatural de Dios que recibimos solo por gracia (Jn 3:3, 2º Co 5:17, Ti 3:5).
- La esperanza viva, la vida eterna: ante todo, ver y estar con el Señor, "Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor" (1º Ts 4:17).
Parte III. Bendiciones espirituales: Dios nos promete una herencia y nos manda a mirar ahí
"para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros" (v.4)
"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo" (Efesios 1:3)
"Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios". (Colosenses 3:1)
"Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman" (1º Co 2:9).
Parte IV. Bendiciones espirituales: Dios nos guarda con su poder
"que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero" (v.5)
- Mala noticia para todos: la naturaleza pecaminosa permanece en nosotros.
"No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias" (Rm 6:12)
"como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia" (1º Pe 1:14)
- Es necesario el poder de Dios para asegurar nuestra salvación. No podemos solos. A tanto llega nuestra maldad, que somos seres putrefactos ante el Señor.
"Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría" (Judas 1:24)
"estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo" (Fil 1:6)
Parte I. Vivimos en parte los sufrimientos de Cristo
"En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo" (v. 6-7).
- Pruebas de distinta naturaleza que las que menciona Santiago. Pruebas relacionadas a persecución por el evangelio.
"Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros". (Mateo 5:10-12)
- Persecución por causa del evangelio. Heraldos del mensaje de salvación. El evangelio confronta al ser humano.
"Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él, teniendo el mismo conflicto que habéis visto en mí, y ahora oís que hay en mí" (Fil. 1:29-30)
"Y convinieron con él; y llamando a los apóstoles, después de azotarlos, les intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús, y los pusieron en libertad. Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre. Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo". (Hechos 5: 40-42)
"sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría." (1º Pe 4:13).
Parte II. Alegría y gozo incluso en las pruebas
"a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas" (v.8-9).
- La gracia de Dios nos permite amarle sin haberle visto, a diferencia de Pedro. Poder amar al Señor es motivo de gozo inefable, "Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron" (Jn 20:29)
- El amor por Cristo, cuyo origen no es humano, demuestra la salvación que hemos obtenido por gracia, "Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero" (1º Jn 4:19, Rm 5:5).
- El mundo no ama al Señor, le aborrece, son enemigos de Dios y receptores de la ira de Dios (Jn 3:36, Ef 2:3). Sólo un renacido puede amar al Señor.
Parte I. Tiempos oscuros por la persecución, buenos tiempos por la revelación
"Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. A estos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles". (v. 10-12)
- Bendición de tener la revelación completa (He 1:1-2)
- Los profetas del AT anunciaban eventos que se concretarían en otra generación, en otro tiempo. Además, no comprendían todo lo que recibían de Dios. Recibieron revelación, pero no iluminación.
- En cambio, nosotros conocemos a Cristo, el tiempo de su venida, su obra redentora y nuestra posición de receptores del favor divino, sólo por gracia (Gal 4:4).
· Todo lo descrito en el pasaje lo hemos recibido por la gracia de Dios.
· Seamos conscientes, agradecidos de aquello.
· Andar gozosos no es una opción, es la condición natural del cristiano conocedor del plan de Dios.
· Centremos nuestra vida en las bendiciones espirituales, en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
· La gracia de Dios es suficiente para enfrentar las pruebas.