martes, 31 de diciembre de 2024

El amor eterno de Dios

 


 

 

La Preeminencia del amor

 

Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.”

1ª Corintios 13:1-7

 

Este pasaje enseña claramente que las obras del hombre sin amor no tienen valor para Dios. El pasaje es enfático; obras sin amor sólo construyen una vida religiosa. El capítulo es literariamente majestuoso en describir el amor de Dios, finalizando con la preminencia de éste sobre la fe y la esperanza:

 

“Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.”

1ª Corintios 13:13

 

De estos tres sólo el amor es eterno. Cuando estemos con Dios no será necesaria la fe ni la esperanza.

 

 

El amor en el mundo

 

Es clara la Escritura cuando expone la importancia del amor de Dios, pero no es fácil comprender con precisión a qué se refiere Dios cuando habla de amor. Aparecen varias interrogantes respecto de la naturaleza de este amor, quiénes lo poseen y cómo se manifiesta. 

 

El tema se complica cuando pensamos, por ejemplo, en la Teletón. Se les llama las “27 horas de amor”, pero ¿27 horas del amor de 1ª Corintios 13? ¿acaso no es una iniciativa implementada por inconversos en el seno de este mundo? ¿no utiliza estrategias acordes a la moral de este mundo para lograr sus propósitos? ¿Cristo compartiría una “vedetton” para recaudar fondos? Es improbable que estos espectáculos correspondan a lo que enseña 1ª Corintios 13.

 

Otro ejemplo, más lejano. La obra de Sor Teresa de Calcuta tiene una resonancia a nivel mundial, su preocupación por los pobres y enfermos la llevó a ganar el premio Nobel de la paz, por su servicio altruista. Es de destacar la labor de Teresa de Calcuta. No obstante, sus convicciones doctrinales demuestran sin duda alguna que la luz del Espíritu Santo nunca estuvo en ella: 


·     “Me encantan todas las religiones. … Si las personas se convierten en mejores hindúes, mejores musulmanes, mejores budistas por nuestros actos de amor, entonces hay algo que está creciendo allí“ 

·     “Nunca hemos tratado de convertir a nuestros pacientes al cristianismo. Lo esencial es que cumplan con Dios por medio de su religión, no importa la que sea. Lo que salva es la fe en Dios. No importa desde dónde se llega a él“.

 

A la luz de estas frases ¿su obra refleja el amor de 1ª de Corintios 13? ¿Una persona no guiada por el Espíritu Santo puede dictar cátedra de amor al prójimo?

 

En Chile un caso similar es el Hogar de Cristo, institución que no necesita presentación. Sin duda que la preocupación por el desposeído y sufriente –la razón de ser del Hogar de Cristo- son rasgos que marcaron el ministerio de Cristo en la tierra, pero al igual que en el caso anterior, ¿la luz del Espíritu Santo guiaba las enseñanzas y creencias sostenidas al interior de aquella institución? ¿podemos decir que este organismo lleva personas a la fe salvadora que se halla en las Escrituras? Me temo que no.

 

 

¿Puede estar el amor de Dios presente en el inconverso?

 

La respuesta a esta interrogante es un rotundo NO. El amor de Dios no puede estar presente ni expresarse en un ser humano que no ha sido regenerado por Dios. Esto se establece claramente en el siguiente texto:

 

No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él

 1ª Juan 2:15

 

“El amor del Padre” puede estar o no estar en una persona. El amor del Padre NO está en TODAS las personas, está solo en algunas, sólo en los cristianos verdaderos.

 

Entonces, ¿qué tipo de amor es el que expresa este mundo cuando se ve bondad o compasión por el dolor ajeno? Es verdad que hay personas que sin Cristo son realmente buenas en parámetros humanos, muestran una misericordia digna del Señor Jesús. Debemos saber que ese amor es el “amor natural”, presente en este mundo desde que Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza. El amor es un atributo de Dios, por lo que vemos cierta reminiscencia de éste en toda la humanidad, aunque es una presencia dañada por el pecado. 

 

“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza...”

Génesis 1:26

 

El “amor natural”, que toda la humanidad tiene (en diferente medida), no es igual al “amor del Padre” que el apóstol Juan advierte tan enfáticamente que NO está presente en los hombres amantes de este mundo.

 

El amor que Dios pone en el creyente no es igual al amor natural que todo el mundo posee desde su nacimiento físico. El amor de Dios viene con el nuevo nacimiento espiritual, en cambio el amor natural viene “incluido” en todo ser humano desde su nacimiento carnal. Por este motivo, el amor de Dios debe ir más allá del natural, debe expresar algo distinto que solo los cristianos pueden entregar. A final de cuentas, los únicos que tienen el “amor del Padre” son los verdaderos creyentes. 

 

Veamos algunas características del amor de Dios, para poder acercarnos con más propiedad a 1ª Corintios 13.

 

 

Dios expresa su amor por nosotros en Cristo y en su muerte de cruz

 

Dios enseña claramente que su amor lo expresa en Jesucristo. Por lo tanto, el significado del amor de Dios es cristocéntrico, y naturalmente eso debe ser así. El autor de la creación se entrega voluntariamente por un acto de amor al Padre, dándonos vida, salvándonos del juicio por nuestros pecados.

 

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna."

Juan 3:16

 

“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”

Romanos 5:8

 

Es comprensible que Cristo sea la expresión absoluta del amor de Dios, ya que sólo él tiene potestad de cambiar el destino eterno del ser humano: “Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos” (Juan 10:9). Nada puede ser más importante que la persona de Jesucristo, las consecuencias de su obra por nosotros no las podemos dimensionar en esta vida, tan sólo podemos entender que hemos pasado de muerte a vida, que ya no hay condenación para nosotros. 

 

"En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados." 

1 Juan 4:10

 

"...y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre..." 

Apocalipsis 1:5

 

Intentar comprender el sacrificio de Cristo es algo complicado. Sólo Dios hecho hombre, y muerto con la más extrema forma de muerte de su tiempo, la muerte de cruz, pudo satisfacer las demandas de justicia de un Dios santo y justo. Tan santo y justo que no pudo tolerar el pecado ni “pasarlo por alto” sin antes hacer pago por él. Y este pago lo incluyó a él mismo. Lo central para esta exposición es clarificar el nexo entre el amor de Dios y su muerte de sacrificio, pues la motivación de Cristo por la salvación de su pueblo fue amor eterno.

 

 

Dios disciplina por amor. El objetivo es llevarnos de vuelta a Cristo.

 

El amor de Dios puede incluir aspectos desagradables. A veces la disciplina de Dios se manifiesta de formas leves, en otras, de maneras más drásticas. Algunas enfermedades, algunos desenlaces laborales, e incluso problemas familiares, surgen desde Dios mismo con el objetivo de traernos a Cristo de vuelta cuando hemos comenzado a alejarnos de él. Cuando las preocupaciones de esta vida nos nublan la mirada y dejamos de tener a Jesucristo como el centro de la vida, entonces la disciplina y la exhortación son la más clara muestra del amor de Dios, aunque no sea fácil verlo así. 

 

"Porque Jehová al que ama castiga, 

Como el padre al hijo a quien quiere."

Proverbios 3:12

 

"Porque el Señor al que ama, disciplina, 

Y azota a todo el que recibe por hijo."

Hebreos 12:6

 

“Os ruego, hermanos, que soportéis la palabra de exhortación, pues os he escrito brevemente.” 

Hebreos 13:22

 

"Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete."

Apocalipsis 3:19

 

“conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.

A algunos que dudan, convencedlos.

A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.”

Judas 21-23

 

“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,

sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.

Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.”

Santiago 1:2-4

 

El amor de Dios tiene un enfoque eterno en Cristo

 

En la eternidad tendremos nuestra parte con Dios. Será un tiempo sin fin gozándonos de la admiración que tendremos por Dios, al cual ni siquiera durante toda la eternidad podremos llegar a comprender a cabalidad. Experimentaremos el amor de Dios en plenitud, ya que estaremos plenamente en Dios y nada más ni nada menos que ¡viéndolo!  

 

Dios es eterno (Gn. 21:33), su amor también lo es.

 

"Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia."

Jeremías 31:3

 

"Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia..."

2 Tesalonicenses 2:16

 

“Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno,”

Hebreos 13:20

 

“Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.”

Colosenses 3:2

 

 

Conclusión: el amor de 1ª corintios desde la perspectiva del amor de Dios

 

“Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.”

1ª Corintios 13:1-2

 

Puedo tener grandes capacidades para expresar y entender contenidos, así como expresiones de éxtasis emocional o sobrenatural como hablar en “lenguas angélicas”. Pero si no soy capaz de llevar al ser humano a Cristo, ¿de qué vale? El hombre sigue perdido en el infierno. Si no puedo reprender o exhortar a mis hermanos alejados del Señor, ¿de qué sirven las grandes obras de este mundo? Mis hermanos seguirán desperdiciando sus vidas lejos de Dios.

 

“Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.” 

1ª Corintios 13:3

 

Como vimos, desde una perspectiva eterna, pierde centralidad la satisfacción de las necesidades humanas. Si bien lo que hizo Teresa de Calcuta fue digno del premio Nobel de la Paz, desde una perspectiva eterna la pregunta es ¿llevó almas a la salvación en Cristo? ¿Huyeron del infierno cientos o miles de seres humanos a través de su predicación? Si la respuesta es no, entonces “de nada sirve”. 

 

“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.”

1ª Corintios 13:4-6

 

Todas estas características reflejan el carácter del Señor. El amor de Dios debe ser una fuerza que impulse a la gente a conocer a Cristo. El hombre con amor de Dios no se goza en la injusticia, pues ésta detiene el avance de la verdad, y sin la verdad nadie puede llegar al nuevo nacimiento. Romanos 1:18 dice: “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad”. El amor de Dios se goza en la verdad que puede llevar a la salvación, “Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.” (2ª Tim 3:14-15)

 

“Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.”

1ª Corintios 13:7-8

 

El hombre que predica a Cristo, o el que trae de vuelta a Cristo al creyente alejado, está en condiciones de sufrirlo todo. “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” Filipenses 4:12-13.

 

El amor nunca deja de ser, porque el amor de Dios es Eterno.

 

¿Tu vida lleva a los inconversos a Cristo? ¿tu vida acerca a tus hermanos más y más a vivir en la voluntad de Dios? Si la respuesta es positiva, no tengas duda que el amor del Padre está en ti.

 

El amor eterno de Dios

      La Preeminencia del amor   “ Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo...